En un espíritu de buena voluntad, la idea de la Pluma de la Paz nació con motivo de una cena ofrecida por Montegrappa, entre los invitados se encontraban representantes de la empresa de Israel, Líbano, Irán, India, Emiratos Árabes Unidos y otros territorios. A todos les encantó la idea de lanzar una pluma dedicada a la paz, especialmente en el mundo turbulento en el que vivimos ahora. El signo de la paz fue el punto de partida obvio.

Para celebrar el signo de la paz y todo lo que simboliza, Montegrappa ha creado una edición limitada con motivo del año de su creación, con 1958 piezas cada uno en los formatos de pluma estilográfica, roller y bolígrafo en resina Gris Perla y adornos de acero inoxidable. La pluma estilográfica se alimenta con cartucho y convertidor, y el plumín está fabricado en oro de 18 quilates, adornado con el simbólico grabado de la Paloma de la Paz.

*** Pregunta por disponibilidad de punto en la versión de pluma fuente.